Ganar o perder no son términos absolutos sino entidades relativas, pero en política, como en el fútbol, goles son amores.
El triunfo de Juntos Somos Río Negro y los aliados del “rionegrismo” es indiscutible, a pesar de no haber obtenido los guarismos pronosticados previamente por las encuestadoras. Alberto Weretilneck ganó por casi 20 puntos de diferencia y había dicho en varias oportunidades que el gran acuerdo provincial no era para sumar más votos, sino para llevar a los rionegrinos una propuesta distinta de consensos y diálogos.
El Gobierno, si bien transitó por conflictos gremiales (como docentes, salud y Policía, en muchos casos apuntalados por sectores de la oposición), fue competitivo y no hubo zozobra. En tiempos difíciles para los oficialismos, con un contexto económico nacional de elevada inflación, JSRN ratificó su liderazgo electoral.
Hubo fusión partido-gobierno (por caso, varios Ministros fueron candidatos) lo que garantizó una base sólida. Un signo de madurez política. La contracara de Neuquén, donde el oficialismo se partió y el Movimiento Popular Neuquino perdió la hegemonía que supo resguardar por más de 60 años a manos de un histórico: Rolo Figueroa.
Desde ahora y hasta diciembre, tiempo de asunción de las nuevas autoridades, asoma un nuevo tiempo y en la jerga política hay dos miradas: algunos lo definen como “continuidad”, y otros lo ven como “transición”. Como fuere, el triunfo genera responsabilidades en Juntos, donde la búsqueda de consensos y acuerdos, internos y hacia afuera, serán fundamentales.
El acuerdo con Martín Doñate (Nos Une Río Negro) dio sus frutos, y el espacio aportó 10.96% de los votos, lo que llevó a la fórmula de Weretilneck-Pesatti al 42.10%, contra el 23.89 de Aníbal Tortoriello, el candidato de Cambia Río Negro. En menor medida, hubo aportes de la UCR al resultado final.
Se partió de la base de la última elección nacional (2021) y no de la provincial (2019). Quizás aquella contienda fue un alerta en el partido y por eso se construyó una nueva estrategia. «Con Juntos solo no alcanza», se repetía en los sectores del oficialismo. Los resultados de ayer dieron sustento a ese pensamiento posterior al triunfo de Agustín Domingo. Por eso, a los dirigentes más encumbrados no les sorprendió el 41%.
Nos Une sacó mas votos que los otros sectores del peronismo que fueron a la elección. Silvia Horne, Vamos con todos, obtuvo el 10.61% y Unidad para la Victoria, de Gustavo Casas, cosechó el 4,68%.
Tortoriello sacó menos votos que en las elecciones a diputado nacional, pero transforma la derrota en triunfo cuando este espacio, de tener un solo legislador, Juan Martín, ahora suma 14 legisladores. El candidato macrista no nacionalizó la elección y durmió la pelea con el kirchnerismo. Tampoco pudo llevar en campaña al Alto Valle -su zona de fortaleza- a dirigentes nacionales de JxC, que le dieran volumen a su candidatura. La grieta la marcó el votante.
Pero surgió un competidor, que tuvo un buen desempeño en las urnas: Ariel Rivero, de Primero Río Negro, que disputo el espacio con Silvia Horne.
Rivero, con una campaña inteligente, detrás de la figura de Javier Milei, fue sorpresa y desde el municipio de Campo Grande hoy cuenta, con pocos meses de trabajo, con una fuerza provincial que cosechó dos escaños en el Parlamento.
Hoy Cambia Río Negro cuenta con un bloque de 14 legisladores y asentamiento en los circuitos. ¿Quién capitalizará este capital? ¿Tortoriello, o entra en disputa otra conducción con un estilo más político?. Por de pronto, el diputado nacional dijo esta mañana en una radio de Viedma, que será el candidato a gobernador en el 2027.
¿Qué pasó con el peronismo? Hay un sector definido con el kirchnerismo que estará en el gobierno y queda un espacio que disputará la conducción del PJ, que seguro querrá liderar María Emilia Soria, que no dejará ese espacio en manos de Silvia Horne.
Es más, hubo claras diferencias en los votos que obtuvo la candidata de Vamos con todos, con los de candidatos de algunas ciudades, como Viedma y Catriel y en la lista sábana y circuitos. En Roca, Horne sólo obtuvo el 21%.
Sumando todos los peronismos, llegan al 26.25 por ciento y en las elecciones nacionales de hace dos años el FdT logró 26.25%.
También se percibe el error de dividir el espacio peronista que no responde a Doñate, y dejar a Gustavo Casas fuera de la propuesta de Horne, con el Movimiento Evita, que achicó posibilidades ya que sumados habrían superados el 15%.
Por el lado de Nos Une Río Negro, superó en votos a Horne y Casas y pudo mantener todas las intendencias y el mismo número de legisladores del bloque actual. Además se incorpora al próximo gobierno.
En estos números también jugó la interna nacional, en cuanto hubo pronósticos de mejor performance, ofrecidos al presidente Alberto Fernández, por el peronismo que participó por fuera del PJ.
Fuente: ADN