Río Negro impulsa un plan piloto de bonos de carbono en 30.000 hectáreas de Maquinchao

El Ente de la Región Sur avanza con un programa que busca potenciar el pastoreo regenerativo para abrir una nueva posibilidad económica para productores ganaderos de la provincia.

En Maquinchao comenzó a tomar forma un ambicioso proyecto en la región: un piloto de bonos de carbono que busca aprovechar la capacidad de los pastizales para capturar dióxido de carbono y transformarlo en una nueva vía económica para productores a través del mercado internacional.

El piloto abarca entre 25.000 30.000 hectáreas y reúne a unos 10 productores medianos y pequeños. “Lo que buscamos es empezar con un grupo reducido que tenga ganas de avanzar, y después sí poder ampliarlo cuando el esquema de créditos de carbono esté más firme”, señaló el presidente del Ente de la Región Sur, Darío Ibáñez.

Ibáñez indicó que la iniciativa surge en un escenario marcado por “sequías reiteradas y dificultades económicas” que impactaron en la actividad ovina. Para él, el programa aparece como una herramienta posible para «diversificar ingresos en la región».

«Para nosotros es una alternativa importante para sostener lo que ya tenemos en el campo, porque venimos de muchos años difíciles y necesitamos nuevas opciones».Darío Ibáñez, presidente del Ente de la Región Sur.

Sobre el funcionamiento general de la prueba piloto explicó que en primer lugar se mide cuánto carbono pueden captar los pastizales, luego esas mediciones se verifican técnicamente, se certifican y esos volúmenes se transforman en créditos que pueden comprar empresas para compensar parte de sus emisiones.

Hasta ahora existían experiencias privadas en Río Negro y en otras provincias como Misiones, Santa Cruz, Neuquén, pero esta es la primera vez que el Ejecutivo provincial se propone iniciar un proyecto de estas características.

Del pastizal de Río Negro al mercado internacional


El piloto comenzó entre febrero y abril, con reuniones técnicas y selección de campos. «En diciembre vuelven los técnicos y ahí se hace el estudio de suelo y toda la evaluación del pastizal», apuntó Ibáñez. Parte de los análisis se procesará mediante convenios con universidades.

La primera instancia del proyecto fue un diagnóstico con imágenes satelitales para determinar la viabilidad de captura. Con ese aval, se pasó a la fase de prefactibilidad, que incluye puntos GPS, análisis de aguadas y estado del pastizal. La documentación ya fue presentada a la certificadora Verra, una de las entidades más reconocidas del sector.

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Ibáñez explicó que la captura de carbono se basa en un proceso natural de las plantas: “Durante la fotosíntesis las plantas absorben dióxido de carbono y parte de ese carbono queda en el suelo, y eso después se puede medir y certificar para luego vender en el mercado”. Para mejorar esa capacidad, el proyecto prevé acompañar a los productores en la rotación del pastoreo, distribución del agua, ajuste de cargas, dotación de herramientas y tecnología, y monitoreos periódicos.

Dióxido de carbono

1 toneladaes el promedio estimado de CO2 que puede capturar una hectárea de pastizal según el Ente Región Sur, sin embargo, puede variar dependiendo del ecosistema del terreno.

Una vez cuantificada la captura anual, la certificadora evalúa la información y define si esos volúmenes pueden ingresar al mercado. “Muchas empresas optan por compensar emisiones comprando créditos, porque es más accesible que reconvertir toda su tecnología”, señaló.

En el marco del proyecto, “el Ente administra los fondos y los distribuye entre los productores según la captura de cada predio”, explicó Ibáñez. Agregó que los pagos se realizan en dólares y que ya comenzaron conversaciones con municipios interesados en generar créditos mediante acciones de eficiencia energética.

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Economía

Río Negro impulsa un plan piloto de bonos de carbono en 30.000 hectáreas de Maquinchao

El Ente de la Región Sur avanza con un programa que busca potenciar el pastoreo regenerativo para abrir una nueva posibilidad económica para productores ganaderos de la provincia.

Mara Diaz

Por Mara Diaz25/11/2025 08:00

En diciembre continuará el relevamiento técnico en las hectáreas seleccionadas. Foto: archivo.
En diciembre continuará el relevamiento técnico en las hectáreas seleccionadas. Foto: archivo.

En Maquinchao comenzó a tomar forma un ambicioso proyecto en la región: un piloto de bonos de carbono que busca aprovechar la capacidad de los pastizales para capturar dióxido de carbono y transformarlo en una nueva vía económica para productores a través del mercado internacional.

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El piloto abarca entre 25.000 30.000 hectáreas y reúne a unos 10 productores medianos y pequeños. “Lo que buscamos es empezar con un grupo reducido que tenga ganas de avanzar, y después sí poder ampliarlo cuando el esquema de créditos de carbono esté más firme”, señaló el presidente del Ente de la Región Sur, Darío Ibáñez, en diálogo con Diario RÍO NEGRO.

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Ibáñez indicó que la iniciativa surge en un escenario marcado por “sequías reiteradas y dificultades económicas” que impactaron en la actividad ovina. Para él, el programa aparece como una herramienta posible para «diversificar ingresos en la región».

«Para nosotros es una alternativa importante para sostener lo que ya tenemos en el campo, porque venimos de muchos años difíciles y necesitamos nuevas opciones».Darío Ibáñez, presidente del Ente de la Región Sur.

Sobre el funcionamiento general de la prueba piloto explicó que en primer lugar se mide cuánto carbono pueden captar los pastizales, luego esas mediciones se verifican técnicamente, se certifican y esos volúmenes se transforman en créditos que pueden comprar empresas para compensar parte de sus emisiones.

Hasta ahora existían experiencias privadas en Río Negro y en otras provincias como Misiones, Santa Cruz, Neuquén, pero esta es la primera vez que el Ejecutivo provincial se propone iniciar un proyecto de estas características.

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Del pastizal de Río Negro al mercado internacional


El piloto comenzó entre febrero y abril, con reuniones técnicas y selección de campos. «En diciembre vuelven los técnicos y ahí se hace el estudio de suelo y toda la evaluación del pastizal», apuntó Ibáñez. Parte de los análisis se procesará mediante convenios con universidades.

La primera instancia del proyecto fue un diagnóstico con imágenes satelitales para determinar la viabilidad de captura. Con ese aval, se pasó a la fase de prefactibilidad, que incluye puntos GPS, análisis de aguadas y estado del pastizal. La documentación ya fue presentada a la certificadora Verra, una de las entidades más reconocidas del sector.

Ibáñez explicó que la captura de carbono se basa en un proceso natural de las plantas: “Durante la fotosíntesis las plantas absorben dióxido de carbono y parte de ese carbono queda en el suelo, y eso después se puede medir y certificar para luego vender en el mercado”. Para mejorar esa capacidad, el proyecto prevé acompañar a los productores en la rotación del pastoreo, distribución del agua, ajuste de cargas, dotación de herramientas y tecnología, y monitoreos periódicos.

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Dióxido de carbono

1 toneladaes el promedio estimado de CO2 que puede capturar una hectárea de pastizal según el Ente Región Sur, sin embargo, puede variar dependiendo del ecosistema del terreno.

Una vez cuantificada la captura anual, la certificadora evalúa la información y define si esos volúmenes pueden ingresar al mercado. “Muchas empresas optan por compensar emisiones comprando créditos, porque es más accesible que reconvertir toda su tecnología”, señaló.

En el marco del proyecto, “el Ente administra los fondos y los distribuye entre los productores según la captura de cada predio”, explicó Ibáñez. Agregó que los pagos se realizan en dólares y que ya comenzaron conversaciones con municipios interesados en generar créditos mediante acciones de eficiencia energética.

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Créditos de carbono y los productores ovinos de Río Negro


Los primeros ingresos para productores no aparecerán de inmediato. “Estos proyectos van de uno a dos años para generar recursos, y después se trabajan por 20 o 40 años, esto brinda estabilidad y proyección porque los productores van a saber que cada año van a contar con un ingreso por cuidar sus campos”, detalló Ibáñez. También mencionó la posibilidad de financiamiento anticipado: “Una vez que estemos en el mercado, algunas compañías pueden comprar a futuro”.

En cuanto a los cálculos preliminares, señaló que en la provincia “se puede capturar una tonelada de dióxido de carbono por hectárea al año”, aunque los valores finales dependen de cada hectárea. Con ese promedio, explicó que “un productor con 3.000 hectáreas, a valores de entre 20 y 30 dólares la tonelada, puede estar hablando de unos 90.000 dólares”, estimó.

Ibáñez remarcó que el impacto podría sentirse también en lo social. “Soy productor y cuarta generación, y hoy cuesta frenar la disminución del stock y que los jóvenes se vayan del campo”. En su visión, los ingresos estables por manejo ambiental permitirán mejorar la vivienda, la conectividad e infraestructura.

Finalmente, aclaró que la adhesión es abierta a productores de toda la provincia. “No hay distinción, si alguien quiere mejorar su campo y trabajar estos créditos, se puede sumar, lo que buscamos son superficies donde se pueda mejorar año a año”, afirmó.

Fuente: Diario Rio Negro